Cuando la garganta calla el hueso truena.
La tristeza -como un corazón alterno-
bombea pensamientos mórbidos
que socavan instantes e instintos.
Cuando la voz se prensa, el cuerpo cascabelea
con una tos que escupe gases de cerrazón
y la soledad se convierte en una copa de hiel y hormigas,
en la sal que nos produce agruras.
El sufrimiento huele a tabaco madrugado,
a septiembre adolorido,
a rosas veteranas que perfuman los ojos.
Las penas se vuelven
un trémulo columpio recién abandonado por un niño.
El dolor tiene un curvo perfil cuando lagrimea
y uno recto cuando remonta las calles.
Es un camaleón que toma mil formas odiosas.
Por: Mariana Desch
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Wow que profundo! Me gustó mucho 💕
ResponderBorrarEs muy hermoso, me gusto!
ResponderBorrarSaludos:)
Oh wow que bella poesía. Me gustó mucho aunque sea un un poquito triste. ♥
ResponderBorrarOh wow que bella poesía. Me gustó mucho aunque sea un un poquito triste. ♥
ResponderBorrarOooh que bonito!😍 y que triste!😢 Me ha gustado mucho.
ResponderBorrarSaludos🤗
Wow.. es.. genial. Muy profundo y tan triste..
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